viernes, 13 de abril de 2012

Viejos y abuelos

Foto: Pequesymas

En la biblioteca, hoy hay varios abuelos con sus nietos. Los niños tienen una semana de vacaciones por Pascua y los padres, evidentemente, no. Esto obliga a hordas de abuelitos más que cansados de hacer de "padres" postizos a sacar a los críos para que se entretengan. Me llama la atención especialmente uno cuyo nieto está algo crecidito. Rondará los once años, el niño. El abuelo claramente supera los ochenta. Las manchas oscuras en su calva y esa camisa de franela a cuadros por dentro de un pantalón de pana con la cintura a la altura del sobaco no dejan lugar a dudas: es un hombre de campo bastante mayor. Y además, valenciano-parlante. Un hombre de campo, claramente. Da cabezadas sobre la mesa mientras su nieto estudia o hace los deberes. Es curioso porque a esa edad yo iba sola a la biblioteca siempre que quería, pero los padres de ahora son más protectores que los de mi generación. La calle es más peligrosa, los niños menos inocentes... un niño de once años no puede cruzar dos calles para ir a estudiar a la biblioteca municipal a las 12 de la mañana. O eso parece. Y para que no le atraquen o le ofrezcan droga por la calle, lleva de guardaespaldas a su abuelo octogenario que se aburre como una ostra en la sala de lectura infantil. Y sin saber porqué, me pongo triste. Me apena que los abuelos sean tan mayores, porque recuerdo a los abuelos de mi época con mucha más vitalidad y alegría en el cuerpo, probablemente debido a que tenían diez años menos que los de ahora. porque las madres también tenían diez años menos que las de ahora. Mientras tanto, el niño ha recogido sus libros y se dirige hacia la puerta pegando saltos, en tanto su abuelo se pone la chaqueta y la boina de lana con parsimonia y, meticulosamente, coloca todas las sillas de la mesa antes de salir. El nieto hace ya un par de minutos que está en la calle arriesgándose a ser secuestrado por cualquier desalmado. Hay que ver cómo han cambiado los tiempos.

4 comentarios:

  1. Ay, Madame Blanche, cuando sea usted madre se dara cuenta de lo protectora que puede llegar a ser una madre. Como siempre, gracias por abrirnos los ojos....

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  2. Totalmente de acuerdo, Madame Blanche, en todo. Los abuelos son más viejos, las madres más mayores, los niños más niños y los padres más protectores. Pero la figura de los abuelos sigue siendo clave en la "buena educación", o quizá mejor decir en el desarrollo de la inteligencia emocional. Algunos tuvimos la suerte de disfrutar de abuelos maravillosos casi toda la infancia. Benditos abuelos y su amor recíproco a los nietos.

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  3. La escena de la biblioteca no puede ponerte triste. Muchos abuelos se toman el cuidado -y la protección- de sus nietos como un trabajo. Una ocupación obligatoria que les mantiene el orden en su vida: levantarse, asearse, salir, caminar, comer... Benditos abuelos, desde luego. Y benditos nietos para ellos.
    Sí que debería esto hacernos reflexionar sobre la edad de ser padres, sí.

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  4. Cuando sea madre llevaré a los niños colgando del bolso en un llavero para que no se me pierdan, voy a ser más protectora que nadie!Lo que me pone triste no son los buelos, sino que las madres sean tan mayores

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