lunes, 4 de junio de 2012

A mi nieta Naira


Érase una vez un príncipe
que decidió pasear...
y se fue por el bosque
cantando una canción
como iba sólo, no podía imaginar
que tomaría parte
de una maravillosa
historia de amor.
Él era un príncipe azul
no creais que me lo invento...
que se sentó para ver el río
junto a la orilla y vio salir del agua
una rana, si bien recuerdo,
era de color verde,
Con grandes ojos azules, que lo miraban
y la pobre ranita,
casi llorando así le decía:
"¡Ay! Dame un beso, por favor que igual que tú igual soy yo".
Un día una bruja
en rana a mí me convirtió
tan sólo tú eres mi salvación.
Si me das un beso se irá
el hechizo y yo seré tuya.
Si no me ayudas siempre rana seré yo,
”maldito sea el encantamiento
que es mi tormento y es mi locura".
Él le limpió sus ojos y le dio un beso
y la ranita se convirtió en princesa.
Los dos se enamoraron en un momento,
fueron muy felices juntos en su reino... y
comieron perdices como en todos los cuentos.

Cierro entonces el libro
y mi nieta… ya descansa
y cuando la voy a besar
os juro que yo me siento
el príncipe azul de mi casa.

Por Leandro García Corredera


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